DISOLUCION


Memento, homo, quia pulvis es, et in pulverem reverteris.
Recuerda hombre que polvo eres y al polvo volveás.
Alma me preguntó sobre que es lo que significa esa frase y que si le podía compatir sobre como se utilizó en la meditación de disolución. Esta frase es aquella que dentro de la tradición católica se ha utilizado durante muchos años en el momento del miércoles de ceniza, una fecha que abre la cuaresma, el proceso de preparación para la muerte y la resurección de Jesús el cristo. No pretendo ser teólogo, por lo que la explicación que daré no está en base a la teología sino a la enseñanza que a mi se me ha ido dando y me ha tocado ir aprendiendo a lo largo del camino.
Hombre, recuerda, eres polvo y al polvo volveras. Abre de inicio un recordatorio a la naturaleza de lo que nosotros somos. En realidad te has preguntado ¿Qué eres? Nos hemos identificado con que nosotros somos aquello que podemos percibir con nuestros 5 sentidos, y percibimos primero que nada a nuestro cuerpo físico, y nos identificamos con el cuerpo físico, si algo cambia con el, entonces nos desconocemos, hasta hay frases que dicen que nos vemos al espejo y no sabemos quien somos. Sin embargo, cuando la única percepción que tenemos de aquello que somos es nuestro cuerpo físico entonces finalmente resulta que estamos viéndo nuestra existencia, nuestro ser, solo a través de los ojos del EGo, de los ojos que pueden percibir realidades materiales pero nada mas. Y cuando entonces el cuerpo se daña, cuando entonces nosotros nos perdemos, no existe nada y en ocasiones la vida toma un curso hedonista, justificando que cuando el cuerpo muera, todo morirá. Es cuando nos perdemos en ese mar de ilusiones, cuando tratamos a las personas por lo que son, vemos el estuche de ellas sin poder ver lo que contienen dentro, entonces tenemos esas hermosas mujeres de proporciones perfectas con cabeza y sentimiento vacío, y aquellos super galanes que no parecen procesar mas de lo que está enfrente. Mas no consideres que el cuerpo es contrario al espíritu, es el vehículo del mismo, es lo que se nos otorgó como un templo sagrado para poder realizar nuestras labores y transitar esta experiencia llamada vida. Lo que significa es que no somos solo el cuerpo, sino que dentro del cuerpo se encuentra el espírutu que nos habita, aquella chispa divina que está dentro de nosotros, aquella chispa que procede de la fuente,el creador, el padre, y que en muchas ocasiones perdemos de vista, precisamente por eso, porque es tan difícil ver.

Cuando empezamos el reencuentro, entonces nos identificamos con esa parte que nos hacen creer, en mi caso, al momento que inicie este camino, pensaba que la esencia mia estaba dada a través de la energía pleyadiana y entonces me identificaba con un pleyadiano, un ser alto, de piel azulada, con ojos verdes, y tal vez en alguna parte eso soy, hasta que de repente en las meditaciones mas trascendentes aparecía una imagen, el mismo ser al lado mio, y los dos mirando la nada. Se me hacía curioso en esa meditación que el ser, mi Ser Superior no me dijera nada, solo estuviera impasible ante mi. ¿Que no era mi Ser Superior? ¿Acaso no tenía que darme información, tenía que decirme algo? y de repente, cuando mi desesperación, por no decir, mi EGO llegaba a ese punto de exasperación, se volteaba hacia mi con sus ojos verdes enormes y me decía, date cuenta que esto es una ilusión. Una experiencia mas similar me paso en el universo, cuando se abre la galaxia del ojo de Dios y dice, date cuenta que esto es una ilusión. Esto que parece ya revelador para mi fue desconcertante, si lo que estaba viendo en una meditación que se suponía estaba lejos de los límites del ego, mas allá de la conciencia me decía que esto era una ilusión, ¿Que es lo que significaba? que entonces todo es mentira, ¿Que esos mundos creados no lo son?

La respuesta llegó cuando en las enseñanzas lemurianas que el maestro Asteroth mostró.
una pirámide que se abre, y desde ella se ensalza el ser, con todo aquello que es, aquella parte luminosa que se muestra, una vez que ha logrado integrar con él la sombra, y entonces brilla tanto y tanto que de repente, explota y se esparce como pequeñas chispas en el universo y de repente, el es el universo, y ahí solo existe, silencio… No existe nada y a la vez eres todo. entonces entendí, en la esfera mas alta de lo que nosotros somos,en la parte mas mágica de lo que nosotros en realidad SOMOS, no somos nada, porque somos parte del todo, y el todo está en nosotros, cuando nos empezamos a identificar con algo, entonces dejamos de ser, nos limitamos, nos confinamos.

El origen del universo comentaba con Conchetina inicia tanto en el mundo metafísico como en el físico, con la nada. Dice la Biblia, en el principio era la nada y en el principio era el verbo y el verbo era en Dios y el verbo Era Dios y dice la teoría del Big bang que al principio no había nada, y de repente, zas estalla y crea todo. Pero… aun en física todo tiende a regresar al principio, a la fuente y finalmente unirse en ella, el caos ha de regresar al orden perfecto.

El mundo, por lo menos mi mundo, enseña lindo, y entonces, me manda como compañera de vida a una gran maestra, Conchetina. Ella es peculiar sabes, pocas veces explica las cosas, por lo menos pocas veces me las explica a mi, pero en aquello que si me dice me ha comentado ha llegado a esos momentos en los que no necesita nada, que no existe nada sino ser. Le entiendo un estado similar al que Asteroth me mostró en las meditaciones, que mejor confirmación con amor de aquello que se me enseño en las meditaciones, cuando estas en ese estado lo único que necesitas es ser.

Cuando en realidad te das cuenta que todo lo que te rodea, en este mundo y aun en los mundos que creas en tu cabeza no existe, que todo son productos de la mente, de los apegos, y entonces permites soltar todo eso te das cuenta que lo eres todo, el universo está en tí. Una amiga mas, Cony dice; «simplemente me rindo y disfruto el momento», que mejor enseñanza, que mejor forma de decir en este mundo, con toda su densidad lo que significa la disolución.

Una enseñanza mas se unió a esto, y es que todos nosotros, los humanos que estamos en este planeta, TODOS somos de estrellas, no venimos de este planeta, somos viajeros estelares que hemos recorrido una infinidad de caminos antes de llegar a este momento y a este espacio, somos literalmente polvo.

Del polvo venimos y al polvo hemos de regresar, no temas el regreso, porque al momento en que lo hagamos estaremos nuevamente en el proceso de unirnos con la fuente.

Gracias a Alma por permitirme expresarlo.

Te invito a que formes parte de la canalización sino lo has hecho.

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