MAESTRO

Maestro

Has escuchado que el maestro Jesús decía, «Aquello que has hecho con tu hermano lo has hecho conmigo?» Y la de «Levanta una roca y me encontrarás». Si es así,

¿Has encontrado al verdadero que vive en ti?

¿Has escuchado que el Universo te habla una y otra ocasión en lenguajes tan sincrónicos que es imposible no poder escuchar? Aquello que el universo habla, aquello que te quiere enseñar te lo va a poner siempre de las mejores maneras para que tu entiendas, solo que en ocasiones, cuando no logras entender por la manera amorosa, entonces es cuando existen otras tantas versiones por las cuales podrás entender desde la experiencia mas dura de lo que es la encarnación. Sin embargo, cuando estás dispuesto a escuchar, el universo te lo menciona con varios mensajes y mensajeros que están disponibles para ti en todos los eventos que se encuentran en tu vida y te encuentras a los verdaderos maestros que te repiten la enseñanza una y otra ocasión. Desde el mas pequeño de ellos hasta el mas grande que se encuentra escondido bajo los rostros mas humildes. En la matrix en la que se encuentran inmersos, tal pareciera que las verdades mas grandes las está entregando aquel que tiene mayor capacidad y el que tiene mayor virtud de mercadotecnia, cuando en muchas de las ocasiones, la verdad simple y sencilla se manifiesta siempre en lo simple y en lo sencillo de la expericia y en lo que se llama vida. Cuando estás frente a aquel que no se considera un maestro pero es elegido por el propio universo para poder realizar una misión, entonces ¿Cómo es que debes de llamarlo? Como si es que el mismo niega lo que es porque no puede considerarse lo suficientemente sabio ni fuerte para poderlo creer, aun cuando todas las señales siempre lo están marcando y preparando para lo que está destinado. Todos los seres humanos nacen con las cualidades para poderse convertir en todo aquello que quieren tener y ser, esa es la cualidad de los humanos, ser aquellos seres toti potenciales que habitando los cuerpos humanos que poseen se van a poder convertir en todo aquello que son, estando con las cualidades de este y de todos los demás universos, sin embargo, ¿Qué es aquello que los hace ser distintos uno de los otros? Porque en algunas de las ocasiones parece que algunos son elegidos mientras que otros viven vidas «ordinarias», por el merecimiento que sus propias almas tienen, aquello que han elegido a lo largo de las distintas encarnaciones de ustedes y que les genera tanto esas cargas como también aquello que les genera aquellas bendiciones, o los créditos que van acumulando vida tras vida y que de repente al momento de estar viviendo una existencia parece que se olvida, pero en realidad ahí está. Las manifestaciones de los dioses, las manifestaciones de aquellas revelaciones divinas usualmente se dan en el contexto de la macedumbre y de la humildad del ser, y eso no significa la pobreza ni la castidad ni aquellos contextos que posteriormente parte de la humanidad empezó a mitificar como una parte del control de Ego, del control, la humildad y la mansedumbre del ser también es explicada por el maestro Jesús como el poder tener el corazón de un niño, el corazón puro que se acerca a la verdad divina aceptándola tal cual es, sin quererla modificar, sin quererla controlar, tan solo vivirla, en esa mansedumbre y en esa humildad es como se empieza a manifestar la verdadera esencia, para poder emerger, para poder crecer y para poder fructificar.

El maestro, sentado, reconocimendose como el elegid, el que muestra el camino se preguntaba y pedía que los que vienen de fuera le enseñen, cuando en realidad toda la enseñanza que se tiene que tener o necesitar, viene dentro de el mismo, dentro de lo que es y de lo que el tiene, el maestro reconoce su papel, al identificarse como el guardián, pero aun sabiendo quien es no reconoce la importancia de todo aquello que el es. Cuando menciona y sabe que muchos de los que han venido a encontrar el lugar lo han hecho a través de el, por su intervención y el se dice que lo hacen por el lugar, por lo que el lugar tiene. El maestro dice, que es humilde, que no tiene mucho dinero, sin embargo, luego menciona que ellos, los hermanos mayores, le han dicho y enseñado que el vive en la abundancia, porque la abundancia es tener todo lo necesario para lo que el necesita. El maestro entonces se manifiesta, reconociendo su verdadero ser, su verdadera esencia, sin estar pidiendo para si los créditos ni las salutaciones de los externos, sino simplemente estando desarrollando su misión, la misión y la tarea que se le ha encomendado porque es la tarea y la misión que en este momento esta viniendo a encarnar, es cuando entonces sirve al propósito y el propósito le trae siempre mayor aprendizaje, mayores enseñanzas y mayor fluidez en aquello que tiene, y es cuando los otros, lo de fuera, lo reconocen, lo reconocen como aquel que es, como el maestro que habita en el. Y cuando, el maestro entonces acepta el flujo del universo, es cuando el universo se abre hacía él, permitiéndole y regalándole los frutos y las virtudes de lo que se llama abundancia, trayendo hacia él lo que se necesita para que todo lo que esa vida le exige sea cubierto, y es cuando el maestro por fin decide «vencerse» a esa realidad, cuando decide aceptar ese flujo, cuando en verdad la vida se le abre, cuando rendido acepta lo que es, y es cuando el universo habla, escucha y entonces provee.

Bien dicen que «aquel que busca, no encuentra» y «el que no espera encontrar, es encontrado y reconocido.» ¿ Que es aquello que te lleva a buscar?» Tan solo en ocasiones el ego, la mente pensante que quiere encontrar lo que ya te ha sido dado, lo que ya está presente, solo que por estar buscando, tus ojos se ciegan ante la posibilidad, ante la realidad que tienes delante de ti, y entonces no puedes ver. La maestra dice, el estado del desapego, la maestra dice, el estado de estar viviendo el momento, sin esperar nada de él, el abstraerse del momento y al momento de hacerlo, encontrar la nada y encontrar en ella el todo. El maestro dice, «Nadie puede ser aquello que no es, si eres médico, eres médico». Cuando quieres ser aquello que no eres, sales del flujo del universo y de lo que el tiene para ti, sin embargo, el primero de los puntos, el mayor de los puntos, es

«¿Reconoces aquello que tu eres?»

¿Cómo puedes ser aquello que tu eres si ni siquiera sabes quién eres? ¿Ya te reconociste?

Gracias a mis maestros, en especial hoy a Arturo «el flaquito» y a Conchetina, maestra de vida.

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